La pregunta.
Esta es una pregunta que me hizo un colega en una de las cajitas de Instagram hace algún tiempo. Me pareció una pregunta que procese con diferentes emociones: Primero me pareció melancólica y luego, curiosa pero cuando la entendí me la cuestioné a mí también.
Actualmente me defino cómo Ilustradora, trabajo cómo tal pero antes que eso soy un ser sintiente y la mayoría de mi pensamiento ronda por lo existencial desde que soy pequeña. Preguntas cómo Porque existo, quién soy, de donde vengo, porque tengo consciencia, que es lo que vine a hacer y un montón de sin fin más que han pasado por años de psicólogos y, últimamente, me he dado el placer de poder llevar adelante con terapias alternativas y con los profesionales con los que realmente siento impacto.
No es casualidad.
Y esta pregunta, no creo que haya sido casualidad que haya llegado a esa cajita a través de Instagram.
Hace algunos años le decía a una amiga que no sabía porque ilustraba, me gusta hacerlo desde niña, y quizás más hacia la adultez lo profesionalicé pero una cuestión interna que tenía era «No sé si ilustro porque lo sé hacer o porque me dijeron que lo hacía bien». Realmente, incluso, hasta hoy en día es algo que me vengo cuestionando muchísimo.
¿Por qué ilustro realmente?
Y también entendí que quizás hay cosas que no tienen respuesta, o quizás el tiempo me las vaya otorgando: A lo primero ilustrar se había convertido en una medio para procesar sentimientos, luego para procesar ideas personales hasta llegar a hoy en día a procesar ideas de otras personas que tienen anhelos de cumplir, quizás, sueños creativos incluso de hace muchísimos años y que, por alguna razón, llegan al servicio que brindo para así acompañarles a poder bajarla.
La ilustración, en mi caso, es la cotidianidad y hay días en que tengo momentos de poca claridad sobre «porque ilustro» pero otros tantos si , y es de lo que más consciente soy y de lo que realmente agradezco de ella: Ilustro para materializar ideas mentales, cosa que me parece una cosa increíble que haya personas que tengan la capacidad de dar una interpretación visual a conceptos, textos, a todo lo que está en el universo de las ideas este plano; ilustro para cruzarme con personas increíbles en el camino, que quizás hoy en día sea más virtual pero aun así, imprescindible para establecer vínculos sociales; ilustro para impactar en otros, en motivar e influenciar positivamente porque siempre, siempre, todo lo que se hace-ilustra deja una huella en las personas y además todo esto es recíproco; ilustro por las oportunidades que me da a nivel económico permitiéndome tener un respaldo para continuar haciendo y trayendo más proyectos de la manera en que sea posible; ilustro para procesar emociones, conceptualizarlas y poder compartirlas con el mundo; ilustro porque lo elegí y lo elegiría en miles vidas más porque le dio -y da- más sentido a mi cotidiano que cualquier otra cosa.
Entonces ¿Qué le aporta la ilustración a la vida cotidiana?
Cómo ilustradora, realmente no lo sé porque todos los días son diferentes al igual que la energía que se presenta entonces eso cambia sobre lo que aporte o no el ilustrar en lo cotidiano pero lo que estoy segura y sé es que la ilustración me permite ser realmente yo, día a día, regalándome un poquito de consciencia, introspección, curiosidad, exploración y paciencia sobre los procesos que transito para poder crearlas.
Y cómo consumidora de ilustración, esa es historia para otro día.
La clave está en cuestionarse todo, siempre, porque así se logra buscar una respuesta que signifique algo para una o uno mismo , y no para el resto.