En julio del año 2020, cuando finalmente decidí de manera determinante enfocar mis energías a trabajar principalmente con proyectos vinculados a ilustración y de acoplar mis conocimientos sobre diseño a esos mismos proyectos, es cuando realmente me tomé en serio el seudónimo o nombre profesional que había elegido para todo lo que era de autoría propia sino también para todo aquello que brindaba con el emprendimiento que estoy llevando a cabo.
Puede que en el rubro de la ilustración sea poco usual el registro de un seudónimo pero la realidad creo que la importancia del seudónimo, a un aspecto legal, es más importante que se establezca cómo marca personal ya que permite obtener los derechos que tenemos cómo autores y muchísimos más.
Las publicaciones, la cantidad de trabajos ilustrados, las invitaciones, charlas, y un sin fin de actividades en las que se ve una profesional que ilustra es lo que da un reconocimiento en los medios pero a veces romper barreras y empezar a pensar en grande es lo que también determina todo eso y justamente el registro del seudónimo cómo una Marca Registrada es un gran salto que, en lo personal, centralizaba todo lo que buscaba realizar : Protección legal y comercial.
La ilustración cómo emprendimiento
La ilustración cómo emprendimiento , cómo lo comercial, cómo la profesión que se elije para vivir también significa hacer otros tipos de cuestiones que van más allá de sólo el acto de diseñar una imagen porque se puede disfrutar y aún así no dejar de establecer cuestiones que pueden resultar tediosas pero que en la responsabilidad, determinación y hacedores del propio camino es lo que también da una imagen y una impronta más profesional en el rubro: No ilustro por amor al arte, ilustro porque lo convertí en mi trabajo y cómo tal necesito protegerlo hoy y a futuro.
Es por eso que convertirme en marca personal fue determinante y con una decisión a conciencia cuyos objetivos tienen que ver con establecerme en el mercado, evitar usos inadecuados, tener mayor protección, evitar plagios de seudónimos a nivel nacional, valorizar el trabajo que realizo y sobre todo protegerme cómo creadora de imágenes durante 10 años .
De seudónimo a Marca Personal.
No dudes en convertir tu seudónimo en una marca personal y sobre todo cómo marca registrada, muchísimos ilustradores e ilustradoras de nuestro país lo realizaron cuando su reconocimiento en el medio ha sido exponencial cómo por ejemplo Liniers, Poly Bernatene, Isol, entre otros, pero no es necesario llegar a tal caso para realizarlo porque en lo que estima legalmente, si alguien se registra primero en I.N.P.I (Instituto de Propiedad Intelectual) no hay nada más que hacer porque quién tramitó primero el registro es el que «gana» la marca y si lo realiza en la misma clase en que realizamos la actividad se pueden ver afectadas ciertos asuntos cómo, por ejemplo, alterar un seudónimo que utilizabas hace años.
Cómo profesionales de la ilustración no debemos subestimarnos porque si, la ilustración es hermosa y aporta muchísimo al mundo externo y a nuestro mundo interno pero tampoco hay que olvidarse que cómo tales debemos protegernos en un mundo en donde lo hostil en la internet siempre está presente y creo que conocer todo esto o delegarlo a profesionales puede minimizar inconvenientes que puedan llegar a ocurrir, ya sean en aspectos legales u en otros.
El registro de marca es un trámite muy fácil de llevar a cabo de manera personal que pronto voy a ir compartiendo en detalles, a modo de guía práctica, para que lo puedas hacer cuando creas que es momento de dar el salto de tu seudónimo a una marca registrada.
